Cómo realizar un buen cambio de césped en un campo de fútbol

Cuando uno ve un partido de fútbol desde la grada o desde la televisión y aprecia un tapete verde, que parece liso, regular y estimulante. Desde la grada o la televisión se piensa que, con semejante alfombra, es imposible errar un gol y mucho menos errar un pase. Los jugadores corren como si fueran sobre patines o como figuras de ballet. Quien es derrumbado, cae seguramente sobre un colchón de plumas…». Pero conseguir este terreno de juego tan perfecto no es fácil. Para lograrlo, hay que tener en cuenta multitud de factores que escapan a los ojos del espectador, hipnotizado por lo que acontece en este gran “lienzo verde” de 6.000 metros cuadrados.

En el fútbol, efectivamente, la calidad del césped está influida por muchos aspectos: el tipo de césped o la mezcla de especies, la propia humedad del suelo, su compactación y su textura, la tersura de las hojas durante el partido e incluso la altura de la hierba. Todos estos factores son los que determinan la relación del balón con la superficie del campo, influyendo decisivamente en la altura del rebote y la velocidad de juego. Y es que el fútbol es un deporte, pero el césped sobre el que se juega, es toda una ciencia.

¿Por qué hay que cambiar el césped del terreno de juego?

Son diversos los factores que pueden obligar a un club a cambiar por completo el césped de su campo. En muchas ocasiones, surgen serios problemas con la aparición de enfermedades debido a los hongos. Normalmente los hongos son muy difíciles de combatir si no se da un buen descanso a la hierba. También debe procederse a una correcta aplicación de fungicida sobre el terreno de juego. En otros casos se intentan repoblar sólo las zonas afectadas, algo que permite una leve mejoría, pero no siempre es suficiente, porque se puede extender por el terreno de juego.

Otro factor importante que afecta a un terreno de juego puede ser el exceso de precipitaciones. Las continuas lluvias pueden perjudicar seriamente al estado del césped. Asimismo, la acumulación de partidos es un elemento que condiciona los cuidados del terreno de juego. Este tipo de contratiempos es especialmente grave para los clubes de Primera y Segunda División, ya que el mal estado de la hierba perjudica mucho el propio juego y su espectáculo. Además, con un césped en mal estado se multiplican exponencialmente las posibilidades de los jugadores de sufrir lesiones graves. Es un contratiempo que los clubes profesionales no pueden permitirse.

Ahora que sabemos la importancia de un buen estado del césped, vamos a comentar que hay que hacer exactamente para realizar este cambio de terreno. Ya sabemos que existen tanto campos de fútbol natural como artificial, cuyas diferencias ya las comentamos en nuestro anterior artículo: césped natural vs césped artificial, pero en este artículo nos centraremos en la instalación de tepes de césped natural, ya que es el más común en todos los estadios de la Liga de Fútbol Profesional.

El proceso se puede dividir, a grandes rasgos, en dos partes: la preparación del terreno y el suministro y colocación del tepe.

Preparación del terreno

1- Remover el césped anterior

Eliminación de 5,5 cm de capa superficial (el césped vegetal existente y la arena del suelo que permanece bajo el mismo) utilizando una máquina KORO, específica para este tipo de operaciones.

2- Aporte de arena y mezcla

Aporte de 250 toneladas de arena de sílice, que se distribuyen por toda la superficie. Para mejorar la estructura del suelo, para que haya mejor enraizamiento.

Posteriormente, se mezcla de la arena de sílice con la capa subyacente para:

Airear el terreno y romper la capa negra o Black Layer. Esta capa negra se trata principalmente de una condición física ocasionalmente aparece en céspedes establecidos en suelos de origen mineral, sobre todo en césped con alto contenido de arenas (campos de fútbol). Aparece una lámina negra en el perfil del suelo o sustrato de cultivo. que puede ser de diferentes grosores desde 1 – 8 cm. Como medios de control más usuales se tiene que evitar o minimizar capas freaticas altas y otras causas de saturación del suelo, como riegos excesivos o sistemas de drenaje del subsuelo taponados o escasos.

Mejorar la estructura del terreno y el enraizamiento.

3- Aporte de nutrientes

Con el objetivo mejorar la calidad del suelo, se aplica:

Fertilizante: 1000 Kg/Ha. En el caso del césped, desde Siaver recomendamos Biopron, un bionutriente natural, que proporciona los nutrientes que requiere la planta durante su ciclo vegetativo. Libera bacterias naturales descomponedoras de la materia orgánica y captadoras de nitrógeno atmosférico directamente hacia el propio suelo.

4- Nivelado y compactación del suelo

Nivelado del terreno a dos aguas, con una pendiente del 0,7% mediante tractor y láser para terrenos deportivos

Compactación general del terreno mediante un rulo de 3 toneladas.

Aporte de enmiendas fosfóricas justo antes de la colocación del tepe para conseguir una mayor velocidad de enraizamiento.

Suministro y colocación del tepe

Existen múltiples variantes de tepes de césped, las cuales deben ser seleccionadas principalmente según el clima de la zona donde esté situado el estadio.

En el caso del campo de fútbol de la Romareda del Real Zaragoza, se ha realizado una mezcla de las variedades de césped Ray Grass Inglés y Poa Pratensis. Esta mezcla permite las siegas bajas que requiere el fútbol profesional (mínima altura recomendada de 1,5 cm). Además, está muy adaptada al clima continental propio de Aragón.

El césped que se coloca tiene 5 cm de grosos y una edad mínima de 12 meses desde su procedencia en la finca. Ello permite un arraigo rápido, para que se pueda pisar lo antes posible.

La maquinaria va desenrollando los tepes, de manera totalmente alineada y sin huecos entre un tepe y otro, para que el propio césped con los nutrientes del suelo y los posteriores cuidados aportados, pueda echar raíz rápidamente y asentarse en el suelo sin problema, dejando el campo listo para jugar.Existen múltiples variantes de tepes de césped, las cuales deben ser seleccionadas principalmente según el clima de la zona donde esté situado el estadio.

En el caso del campo de fútbol de la Romareda del Real Zaragoza, se ha realizado una mezcla de las variedades de césped Ray Grass Inglés y Poa Pratensis. Esta mezcla permite las siegas bajas que requiere el fútbol profesional (mínima altura recomendada de 1,5 cm). Además, está muy adaptada al clima continental propio de Aragón.

Ejemplo de cambio de césped en el estadio de la Romareda

La forma más habitual de restaurar un césped deteriorado es con la instalación de césped natural en tepes. Mediante máquinas especiales se retira la capa superficial del campo de futbol, eliminando el césped en mal estado, aprovechando esta operación para nivelar el terreno de juego, y corregir defectos en el drenaje.

Es importante valorar la calidad de la tierra del campo de fútbol donde instalaremos los tepes de césped, añadiendo si es necesario una capa base con los nutrientes necesarios para un enraizamiento perfecto de los rollos de césped.

Los rollos de césped para campos de fútbol, se instalan una vez realizadas estas operaciones de preparación del terreno.

Tras la renovación, el campo cumple los requisitos que exige la Liga de Fútbol Profesional. Siaver garantiza la idoneidad de las condiciones del césped durante un periodo de cuatro años.

No obstante, es importante considerar dos tipos de malas hierbas, especialmente persistentes, pueden aflorar a la superficie en los 2-3 años posteriores a la obra. Se trata de las denominadas Poa Anua y Cynodon Dactilon, por lo que hay que vigilar de cerca y cada cierto tiempo la aparición de dichas hierbas.

Por último, os dejamos con una imagen comparativa de nuestro último trabajo en el estadio de la Romareda del Real Zaragoza, donde se aprecian los resultados de 10 días de intenso trabajo, realizando todas las labores descritas para obtener un campo de juego de una calidad excelente.

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