No requiere de tareas de mantenimiento frecuentes como segar, regar o abonar para lucir de forma óptima, por lo que ahorra tiempo y esfuerzo.
Si hay animales en casa que hagan uso del césped, desde luego que van a mancharlo. Se puede limpiar con relativa facilidad usando una manguera, al contrario de lo que ocurre con el césped natural.
Puede soportar altos niveles de tráfico peatonal.
Si tienes un jardín pequeño, el césped artificial puede ser una solución ideal para la instalación de césped. No necesitarás cortadora de césped ni cualquier material de mantenimiento que ocupe mucho espacio.
Representa un importante ahorro de agua. Naturalmente, necesita agua para conservarse limpio y asentado, pero muchísima menos que el césped natural.
Se puede instalar en cualquier tipo de terreno, ya sea una superficie blanda o dura.